viernes, 27 de febrero de 2009

(Marcos 1, 12) El gran maestro, que entró en el desierto, por cuarenta días y noches y estuvo en ayuno y fue tentado por el maligno cuando tuvo hambre, hay pensar en esta verdad, cuando tenemos "hambre" y el maligno nos seduce, tu preguntate que tipo de hambre tienes ahora???, hambre de sexo, hambre de riqueza, hambre de poder, hambre de ser aceptado tal cual eres, dime tu dolor y sabrás de que pecas, sin duda el maligno no por algo es el gran mentiroso, el aprovecha esta debilidad de hambre, cuando el cuerpo esta bajo sus propios impulsos.
Jesús entra al desierto llevado por el Espíritu Santo y entra en esta sequedad solo por una cosa, encontrarse con el Padre. Tu estarás seguramente en este desierto, busca a tu Padre como Jesús lo hizo porque, sin duda el nos demostró que las respuesta esta en la ORACIÓN (y los ángeles le servían, es decir: un ángel es un mensajero, esto quiere decir que El estaba siempre en oración Mar. 1,13) siempre constante, DIARIA Y CONTINUA, porque solo a través de ella se le trata al Padre Celeste, como decía San Pio: "a Dios se le conoce a por los libros pero le encuentra en la ORACIÓN", Jesús en esta sita es tentado y por satanás, esto quiere decir que si El fue tentado también nosotros lo seremos a lo largo de nuestra vida como Jesús, El fue tentado hasta la cruz por el maligno, no creas que por se Hijo de Dios dejo de ser Hijo de hombre... TU TAMBIÉN ERES HIJO DE DIOS, POR LO TANTO TIENES LA RESPUESTA EN TUS MANOS, COMO JESUS LA TUVO Y TE LA DA AHORA.